viernes, 10 de diciembre de 2010

Del entrenamiento teatral: Por German Castaneira.

Del entrenamiento teatral: Por German Castaneira.

Recientemente me atacan las preguntas ¿Qué es el entrenamiento del actor? ¿Cuál es su función? ¿Por qué solo unos cuantos logran entrever ese misterio? Estas preguntas surgen al asistir a los entrenamientos y es fácil reconocerlos en un buen espectáculo, de quienes realmente han encontrado esa rendija para escapar de la mecanicidad. Por otra parte es contrastante que hoy en día el entrenamiento se ha hecho cada vez más prescindible para las compañías teatrales modernas , esto por el hambre, la avidez de reconocimiento y capital, Tal parece que se dijera que entre mas espectáculos se tenga se es mejor actor o mejor grupo de teatro. Pero estos espectáculos “express” carecen de la virtud que el actor alcanza durante los entrenamientos constantes , durante un tiempo prolongado fraguado en esa intimidad con sus compañeros y su director, donde el segundo es una escalera del propio actor para llevarlo a sí mismo.


El actor es aquel que se da sin reservas a su actividad primaria sin buscar como fin único y principal el reconocimiento. El capitalismo artístico en el que vivimos hace creer a los incipientes histriones que son carretas, y de esa forma son utilizados, como objetos de un fin comercial. Cuando en realidad el actor puede llegar a ser un avión impulsado por su si mismo, y eso se vuelve solo evidente en la intimidad del entrenamiento. La verdadera revolución actoral surge en esa entrega total, a ese misterio del rito de un grupo avocado a descubrir con su director cuales son sus funciones primarias ya sean: Intelectuales, Instintivas, Motrices o Sexuales. Y de esa entrega surge como resultante un auto total, mismo acto que muchos buscan y que pocos logran vivir, pues no hay formulas definidas, cada grupo debe deshacer ese nudo y llevar ese precioso regalo a otros que lo quieran buscar através de su único recurso fiable, el entrenamiento.


Este examen que vamos resolviendo es nuestro punto de partida para lograr un ensayo revolucionario através del “montaje”, pues esta claro que desde siempre el teatro ha sido el arma política mas sutil para llevar al pueblo a una meta definida y eso es lo contrario en nuestros días, el actor ahora es un producto más de las empresas privadas, del gobierno y de las escuelas llamadas de teatro o licenciaturas que no enseñan a otra cosa mas que aprender a venderse con seguridad y la seguridad en el teatro no sirve, estanca te pudre, la inseguridad es más humana, ¡no somos maquinas! Somos la materia más sensible del universo, una mirada, una palabra del corazón basta para salvar a un amigo.


Ahora la pregunta que siguiera ser, para los actores o aquellos que desean iniciarse en este arte ¿Qué hago del teatro? ¿Qué es lo que realmente me interesa?

German Castaneira: Director del grupo metamorfosis...

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